Atrapados por la campana

La campana de Gauss es la representación gráfica de una distribución estadística, en la que los valores extremos (los más pequeños y los más grandes) de la variable son los menos repetidos y los centrales los de mayor ocurrencia.

En nuestra empresa (y en otras del sector) esta campana no es el resultado de una representación de la realidad sino un modelo al que ajustar la propia realidad.

¿Y dónde se utiliza como modelo la campana de Gauss? En la evaluación profesional, cuyo resultado ha de ser una puntuación. Esta puntuación no se obtiene de la valoración individual y objetiva sino de la comparativa entre unos empleados y otros.
En esta comparación el objetivo es obtener una cantidad mínima de buenas puntuaciones, la mayoría de puntuaciones será intermedia y también habrá un número pequeño de puntuaciones bajas.

Esta limitación hace que sólo se dé buena puntuación a los que despuntan en su trabajo o en su relación con el jefe de turno.  

Así, la inmensa mayoría de las personas que hacen un muy buen trabajo, implicándose y esforzándose al máximo, se quedan fuera de esa élite y no tienen ni aumento de categoría ni de salario.

Aprovechando la cláusula de compensación y absorción, quien no esté en esa minoría agraciada, se queda con el salario congelado, sin subidas por las tablas salariales, ni por la antigüedad, ni por el IPC, ni nada.

La empresa argumenta que así premian el talento pero, en realidad, lo que hacen es castigar a casi toda la plantilla condenándola a una congelación salarial durante años y, por lo tanto, a un empobrecimiento por la pérdida de poder adquisitivo que esto supone.

Es decir, en lugar de motivar a los empleados para que mejoren, se les desmotiva porque su esfuerzo tiene como premio la subida 0. No se retiene el talento, sino que se le empuja hacia fuera, puesto que el cambio de empresa se ve como la única manera de mejorar.

Así no deberá extrañarle a la empresa el éxodo de personas que continuamente huyen a la competencia.

Desde la sección de UGT llevamos años pidiendo a la empresa que cuide más a sus profesionales y que se siente a negociar una subida a toda la plantilla que compense, aunque sea mínimamente las subidas del IPC que año tras año estamos sufriendo.