Muchos trabajadores comienzan el verano con la pena de no poder disfrutar de la jornada de verano que la empresa tiene establecida en su calendario laboral. Son aquellos que están desplazados en un cliente cuyos empleados no tienen jornada intensiva estival, ya que el convenio les obliga a cumplir el horario del cliente.
Ya hace años que se negoció con la empresa una compensación para estas personas por lo que la pena quedaba mitigada por la certidumbre de saber cómo se iba a compensar dicha pérdida, ya que las condiciones se renegociaban año a año y se publicaban en el portal Nosotros.
Pero el año pasado el verano empezó y acabó con esa misma pena y sin ninguna certidumbre ya que no se consiguió empezar a negociar hasta septiembre.