Con el confinamiento se generalizó el teletrabajo por necesidad imperiosa y sin ningún tipo de regulación. Después, mientras dura la pandemia, muchos continuamos teletrabajando en las mismas condiciones.
Sin embargo, está claro que el teletrabajo ha venido para quedarse y, cuando finalice esta situación excepcional, deberá normalizarse su uso.
Con este motivo el parlamento aprobó la Ley 10/2021 de 9 de julio, de trabajo a distancia, para regular el ejercicio de esta modalidad de trabajo.
En Inetum, que siempre fue reacia a extender el teletrabajo más allá de casos excepcionales y puntuales, se temía mucho por el efecto que éste podía tener sobre la productividad al verse generalizado por el confinamiento.