Tras el desencanto de las pasadas elecciones generales y su triste desenlace nos vemos abocados a volver a votar, quizá sin saber bien para qué.
Viendo los medios de comunicación pudiera parecer que lo que se dirime aquí es la integridad territorial del estado.
Pero lo que realmente rompe España no es la intención soberanista de parte de la población de una Comunidad Autónoma.
No nos damos cuenta de que la verdadera ruptura no se está produciendo en un rincón de la península, sino en todo el país, en todas las provincias, en todas las ciudades, con la creciente desigualdad que hace que la realidad de las cada vez más millonarias élites económicas no tenga nada que ver con el día a día de los cada vez más precarizados trabajadores.
Y es que, en estos meses la situación sigue siendo la misma y los problemas siguen siendo los mismos que antes de las últimas elecciones.
Los recortes de la crisis aumentaron alarmantemente la brecha entre los españoles porque para los más ricos la crisis fue una oportunidad de hacer negocio y aumentar sus márgenes, mientras que para los más pobres ésta ha supuesto la pérdida de derechos laborales y prestaciones sociales.
Los recortes de la crisis aumentaron alarmantemente la brecha entre los españoles porque para los más ricos la crisis fue una oportunidad de hacer negocio y aumentar sus márgenes, mientras que para los más pobres ésta ha supuesto la pérdida de derechos laborales y prestaciones sociales.
La recuperación macroeconómica sigue sin traducirse en una disminución de las desigualdades y éstas se están acrecentando aún más.
¿Y entonces que hacemos en estas elecciones?
Si pensamos que el liberalismo salvaje se debe dominar y que las personas han de ser el centro de la economía y no sus peones...
Si creemos que la unión hace la fuerza también en la gestión de los servicios públicos con los impuestos de todos...
Si queremos que el crecimiento sea para todos...
Si buscamos que la desaceleración que se vislumbra no se tome como una excusa más para dar otra vuelta de tuerca que ahonde en los problemas de la anterior crisis...
No podemos darnos por vencidos y quedarnos en casa dejando que otros decidan por nosotros cómo repartir la riqueza que, con tanto esfuerzo, estamos creando los trabajadores y trabajadoras.
Dejemos a un lado las cortinas de humo. En nuestro día a día lo fundamental no son los símbolos, las banderas, los caudillos... sino las políticas económicas, laborales y sociales que van a marcar el futuro de todos y cada uno de los ciudadanos.
Te animamos a participar en las elecciones consultando los programas electorales de las distintas opciones antes de decidir tu voto.
Por una participación activa y responsable.
Recuerda que el horario de las votaciones es de 9:00h. a 20:00h.
Si el domingo te toca trabajar y 2 o más horas de tu jornada coinciden con este horario, tienes derecho a un permiso retribuido de 2 horas (si coinciden entre 2 y 4), 3 horas (si coinciden entre 4 y 6) o 4 horas (si coinciden más de 6).
Si eres miembro de una mesa electoral, tendrás de permiso la jornada completa y las 5 primeras horas de la jornada del lunes y puedes pedir que te cambien el turno del sábado si éste es de noche.
Si eres apoderado, tendrás de permiso la jornada de las elecciones.
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