Tras la explosión feminista de los últimos años, que buscaba contrarrestar el impulso de los movimientos reaccionarios en contra de la igualdad, llegó la pandemia y puso en evidencia la fragilidad de los valores democráticos y de las políticas de protección social.
Llevamos décadas de recortes en la sanidad pública y en las coberturas sociales y ahora esta pandemia ha puesto de manifiesto lo necesario que es tener un sistema sanitario público robusto y un amplio sistema de protección social.
Y, como siempre, son las personas más vulnerables las que más sufren las consecuencias de la crisis.
En todos estos sectores hay mujeres y ellas siempre están en una situación un poco peor, debido a la falta de igualdad y a la sobrecarga de responsabilidad que les supone el rol de cuidados que tienen asignado de forma tácita.
Por eso es necesario que las políticas públicas faciliten los cuidados familiares de modo que éstos no sean un inconveniente a la hora de acceder al mercado laboral y de mantener una carrera profesional satisfactoria.
Es importante que todos y todas nos corresponsabilicemos de la crianza de los hijos y del mantenimiento del hogar y que las empresas faciliten la conciliación entre la vida profesional y familiar.
También es fundamental acabar con la brecha salarial, los techos de cristal y la feminización de los sectores productivos de menor consideración social.
Como en otras ocasiones, los sindicatos UGT y CCOO han publicado su manifiesto feminista que os invitamos a leer: La igualdad en tiempos de pandemia. En él reclaman diversas medidas como diseñar una ley de igualdad salarial, derogar la reforma laboral, incrementar el SMI, dignificar el cuidado o crear políticas efectivas con perspectiva de género en diversos ámbitos.
Este año no habrá una gran manifestación feminista pero sí se han convocado actos y movilizaciones virtuales por todo el país para visibilizar que las mujeres siguen en desventaja y para reclamar una igualdad real y efectiva.
Os animamos a participar en ellas y, sobre todo, a facilitar cada uno en su propia familia y en su entorno más cercano el reparto equitativo de tareas.
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