Por qué hay que pedir parte de las vacaciones en verano

El Convenio Colectivo de Consultoría incluye, desde hace mucho tiempo, un mes de jornada intensiva y GFI, que aterrizó en España al comprar varias sociedades, tenía dos meses porque era lo que venían estipulando las empresas adquiridas.
En un momento dado, la Dirección decidió eliminar el mes adicional y dejarlo en lo que el convenio les obligaba.

Eso provocó una reacción muy importante en la plantilla que rechazó masivamente la medida.

Como consecuencia de las asambleas y movilizaciones, entre todos se decidió convocar por primera vez unas elecciones sindicales y así tener más fuerza para negociar con la empresa. En aquella época convivían, en los mismos proyectos y con las mismas condiciones laborales, los trabajadores de GFI con los de Arcitel (otra empresa del grupo que, en vez de integrarse en GFI, mantuvo su propia identidad), por lo que había que conseguir representación en las dos empresas a la vez para que la dirección negociase conjuntamente y mantuviera en ambas las mismas condiciones.

Lo más sencillo era acudir a una de las centrales sindicales mayoritarias en el sector para que promoviesen la convocatoria electoral. Se contactó con ellas y, finalmente, se formaron listas de la mano de UGT, gracias a un grupo de valientes que decidieron superar su miedo a posibles represalias.

Ahí se eligieron los primeros Comités de Empresa de GFI y de Arcitel en Madrid y su primera medida fue denunciar la supresión de la jornada intensiva ante la Comisión Paritaria del Convenio.
Esa denuncia desembocó en una negociación en el SIMA (Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje) que concluyó con la recuperación de los dos meses de jornada de verano a cambio de que, durante dicho periodo, todos los trabajadores disfrutasen 10 de los días de vacaciones.

Éste es el motivo por el que nuestra empresa tiene más jornada de verano que la fijada por Convenio y éste es también el motivo por el que no nos podemos negar a que 10 días de nuestras vacaciones transcurran entre los meses de Julio y Agosto.  

En estos momentos de reorganización, retos e incertidumbre es más importante que nunca tener, como en aquella ocasión, una representación fuerte que cuente con el apoyo de los trabajadores y que sea capaz de negociar con la dirección de la empresa.