En un par de días se cierra la encuesta que hemos lanzado a toda la plantilla para que nos digáis vuestras preferencias en los temas a reivindicar ante la empresa y en las movilizaciones a realizar para conseguirlos.
Agradecemos la gran acogida que ha tenido y las propuestas que nos habéis hecho llegar a través de ella, es importante recibir nuevas ideas que puedan ponerse en práctica.
Pero aún falta gente por votar y es necesaria la opinión de todas y todos para que nuestra acción responda realmente al sentir mayoritario y para que las reivindicaciones sean tenidas en cuenta por la dirección de la empresa. Nuestras mejoras laborales siempre van a ser más fáciles de conseguir sumando la mayor participación de todos en acciones como esta.
Si eres de los que aún no ha contestado, aprovecha las últimas horas, no te quedes sin participar.
Mira en el buzón de tu cuenta corporativa, porque allí tendrás un correo con este mismo mensaje y con el enlace de acceso a la encuesta.
En el mundo de la empresa moderna, hay trucos que ni el mejor ilusionista podría igualar. Uno de ellos es la famosa “cláusula de absorción”. ¿No la conoces? Es esa maravilla legal que permite anunciar subidas salariales… sin que nadie las vea reflejadas en su nómina.
ResponderEliminarFunciona así: se aprueba una mejora salarial, se comunica con entusiasmo, se celebra en los comunicados… y luego, ¡puf! Desaparece. Porque si ya cobras por encima del mínimo del convenio, la subida se “absorbe”. Y tú te quedas igual. O peor, porque la vida sigue subiendo, pero tu sueldo no.
Lo más sorprendente no es que exista esta cláusula. Lo realmente asombroso es que siga ahí, año tras año, sin que nadie la cuestione. Ni una propuesta para limitarla. Ni una negociación para eliminarla. Ni una palabra en las asambleas. Silencio absoluto.
¿Será que a algunos les interesa más mantener el equilibrio con la empresa que defender el bolsillo de los trabajadores? ¿Será que la cláusula de absorción también absorbe la voluntad de plantar cara?
Sea como sea, lo cierto es que mientras esta cláusula siga vigente y sin oposición, las subidas salariales seguirán siendo un truco de humo. Y nosotros, el público cautivo de un espectáculo que ya no sorprende a nadie.