Esta semana hay movilizaciones y actos en todo el mundo en defensa del futuro del planeta y de un mundo más justo.
La crisis climática pone en riesgo nuestra propia existencia, impactando especialmente en las poblaciones más empobrecidas y vulnerables del mundo, así como en el resto de seres vivos que habitan el planeta.
No hay plan B porque no hay Planeta B.
En el caso de la región mediterránea, una de las más vulnerables ante el cambio climático, si no se limita el incremento de la temperatura media global en 1,5ºC, las consecuencias para las generaciones presentes y futuras serán catastróficas: olas de calor más intensas y prolongadas, sequías recurrentes, desertificación, aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, pérdida de biodiversidad, falta de disponibilidad de agua potable y tierras fértiles, incendios más virulentos, empobrecimiento y aumento de las desigualdades en cualquiera de sus expresiones, etc.
En este sentido, es prioritario declarar el estado de emergencia climática cuanto antes, desarrollar una ambiciosa acción por el clima y que se tomen medidas urgentes para reducir a cero las emisiones de gases de efecto invernadero.
Además, es fundamental cambiar el modelo productivo a otro más sostenible y avanzar hacia una transición justa, donde se creen empleos verdes sin dejar a nadie en el camino.
Os recomendamos leer el manifiesto de las organizaciones convocantes.
El viernes 27 de Septiembre hay convocadas manifestaciones en muchas ciudades de España y de todo el mundo.
En Madrid saldrá a las 18:00h. de Atocha.
Si podéis, llevad ropa de color rojo, que es el color oficial de esta jornada.
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