Nuestra empresa tiene una política de comunicación muy activa hacia los empleados. Continuamente estamos recibiendo correos por parte de diferentes departamentos, informándonos de nuevos nombramientos, noticias, concursos o actividades lúdicas extralaborales.
Agradecemos que se nos tenga tan informados de cuestiones empresariales, seguramente con la intención de que nos sintamos más cercanos a la compañía y de fortalecer nuestro vínculo emocional con ella.
Sin embargo, muchas veces, lo principal para sentirse parte de algo no es tanto recibir una ingente cantidad de información como tenerlo accesible en el día a día para resolver las necesidades cotidianas.
Y, precisamente, con el crecimiento tan importante de los últimos tiempos en el tamaño de la plantilla, lo que está ocurriendo es que algunos departamentos a los que podíamos acceder fácilmente los estamos empezando a tener desubicados.
